En nuestro artículo abordaremos un tema que, aunque pueda parecer complejo, es más accesible de lo que muchos piensan: las demandas menores, también conocidas como «small claims». Este recurso legal es una herramienta valiosa para aquellos que buscan justicia por montos de dinero que no justificarían los honorarios de un abogado.
Las demandas menores son procedimientos judiciales diseñados para casos en los que se adeudan cantidades relativamente pequeñas de dinero. En estados como Alabama, el límite es de $6,000, aunque esta cifra puede variar según la jurisdicción. La belleza de este sistema es su simplicidad: no se requieren jurados y un juez toma la decisión final, lo que reduce significativamente la complejidad y el costo del proceso.
Para iniciar una demanda menor, debes cumplir con ciertos requisitos básicos. Por ejemplo, en Alabama, debes ser mayor de 19 años. Si una compañía está involucrada, el demandante debe ser el propietario o un funcionario autorizado de la empresa.
Las demandas menores son una opción excelente para recuperar deudas sin incurrir en gastos legales exorbitantes. Es un proceso relativamente sencillo que empodera a los individuos a hacer valer sus derechos. Si alguien te debe dinero y no sabes cómo proceder, considera la posibilidad de una demanda menor.
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