El abuso en Birmingham dentro de la Iglesia Católica no es solo un rumor: existen casos confirmados. De acuerdo con informes oficiales y auditorías de la diócesis, cuatro sacerdotes diocesanos fueron acusados de abuso sexual desde 1969, con un total de 11 víctimas identificadas.
Además, algunos miembros de órdenes religiosas también enfrentaron señalamientos. Los nombres de los acusados que pertenecían a la diócesis incluyen a:
Otros nombres que aparecieron en reportes, aunque eran parte de órdenes religiosas y no directamente de la diócesis, fueron Jonathan “John” Franklin, Roger Lott e Ignatius Kane.
En uno de los casos, la diócesis llegó a un acuerdo financiero de 45 000 dólares con una víctima. Este pago fue reconocido por la propia diócesis, quien así tuvo que reconocer la responsabilidad y asumir un costo económico como parte de la reparación
El abuso en Birmingham no solo se refiere a violencia física. En Alabama, la ley reconoce distintas formas de abuso sexual. Puede ser:
De acuerdo con la ley de Alabama, cualquier contacto sexual sin consentimiento es un crimen. Si la víctima es un niño, no importa si hubo violencia física o no, se considera abuso. Cuando hay contacto sexual no consentido o si la persona es menor de edad, eso es abuso, y se debe denunciar.
El Departamento de Recursos Humanos de Alabama también tiene guías específicas para identificar cuando un menor puede estar siendo víctima de abuso. Señales como miedo extremo a ciertos adultos, cambios repentinos en su comportamiento o lesiones inexplicables pueden ser indicadores de que algo está pasando.
En Alabama, cualquier persona que haya sufrido abuso sexual puede demandar directamente a su abusador en la vía civil. Esto es independiente de lo que ocurra en un juicio criminal.
Un abogado especializado puede ayudarte a reunir pruebas, testigos y presentar la demanda. Aunque muchas veces los abusadores no tienen dinero para pagar, si eran parte de una institución, como una iglesia o escuela, esas organizaciones también pueden ser responsabilizadas legalmente.
Si tú o un ser querido han sido abusados por miembros de una organización, es posible demandar a la organización y exigir compensación económica por fallar en su deber de cuidado y causar dolor y sufrimiento.
Lo primero que hay que decir es que la víctima no tiene la culpa. El primer paso siempre debe ser protegerla. Esto significa crear un espacio seguro y de acompañamiento. Buscar atención emocional lo antes posible.
Además, es esencial buscar atención médica inmediata, no solo para curar heridas físicas, sino también para prevenir enfermedades de transmisión sexual o embarazos no deseados. En Alabama, existen programas que cubren los costos de esos tratamientos para víctimas de abuso sexual, sin importar el estatus migratorio.
Si tú o un ser querido son víctimas de abuso, no tienen que pagar por el tratamiento necesario para evitar una enfermedad de transmisión sexual.
El siguiente paso es denunciar. En Alabama se puede llamar al Departamento de Recursos Humanos, a la policía o directamente a una línea de ayuda como la de RAINN. Entre más rápido se haga el reporte, más fácil será reunir pruebas y evitar que el abusador haga daño a alguien más.
Los procesos legales pueden ser hostiles para las víctimas, por esta razón es recomendable contar con el apoyo de un abogado de abuso sexual que conozca la ley local. Este profesional puede ayudarte a presentar una denuncia criminal o una demanda civil para pedir compensación.
Además, puede orientarte sobre el statute of limitations: en Alabama, los casos de abuso deben presentarse en un plazo de dos años desde que ocurrió el hecho. Para algunas víctimas, el abuso resulta tan doloroso o no reciben el apoyo necesario en el momento, por lo que no denuncian inmediatamente. Cuando este es el caso, y pasan más de dos años desde el abuso, ya no se pueden interponer cargos criminales, pero sí se pueden presentar demandas civiles.
En Alabama, un caso de abuso puede seguir dos caminos y una víctima puede tener ambos procesos:
La diócesis católica de Birmingham ha estado en el ojo del huracán por los reportes de sacerdotes acusados de abuso sexual en la iglesia. En 2018, el obispo Robert Baker hizo pública una lista de clérigos que habían sido señalados de cometer abusos contra menores.
Para muchas víctimas, ese anuncio generó tanto esperanza como miedo. Algunas sintieron sus procesos vindicados, otras sintieron que sus heridas se reabrieron.
Estos casos no son aislados. Organizaciones como Bishop Accountability han documentado decenas de acusaciones en Birmingham, algunas que datan de los años 70 y 80.
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Muchas víctimas cuentan que por años no hablaron porque tenían miedo de no ser creídas, o porque la autoridad de la iglesia las hacía sentir atrapadas. Hoy, la ley en Alabama y en todo Estados Unidos reconoce que las víctimas de abuso tienen derecho a recibir apoyo y, en muchos casos, compensación económica por los daños sufridos.
Esa compensación puede incluir gastos médicos, terapia psicológica, pagos por los ingresos que dejaron de ganar debido al trauma e inclusive daños punitivos. En algunos casos se puede realizar una demanda civil de lesión personal que exija compensación por los daños del abuso.
En Alabama existe la Comisión de Compensación a las Víctimas de Crímenes, que ayuda a cubrir gastos médicos, apoyo psicológico y hasta parte de los ingresos perdidos por no poder trabajar. Esto aplica tanto para víctimas directas como, en algunos casos, para familiares que han sufrido el impacto.
Esas compensaciones son independientes de cualquier demanda o proceso criminal. En algunos casos, las víctimas deciden demandar en una corte civil a los abusadores para exigir compensación económica.
Además, se puede exigir compensación por daños de dolor y sufrimiento y exigir una compensación punitiva que castigue financieramente al abusador. Los abusadores pueden buscar mantener ocultos estos procesos y negociar una compensación con la víctima a cambio de su silencio.
Si el abuso ocurrió dentro de una institución, por ejemplo, en una iglesia, una escuela o un club deportivo, también se puede presentar una demanda contra la organización. En muchos casos, estas instituciones tienen seguros o fondos para pagar compensaciones cuando se prueba que hubo negligencia en proteger a los menores.
Eso significa que una víctima no solo puede recibir ayuda del Estado, sino también una compensación directa del abusador o de las mismas organizaciones que fallaron en su deber de cuidado.
Cuando un abuso ocurre en lugares donde debería existir protección, como una escuela, un club o la iglesia, la ley considera que la institución también puede ser responsable. La diócesis católica de Birmingham, por ejemplo, ha enfrentado múltiples acusaciones y demandas por no haber protegido a menores del abuso de sacerdotes.
En estos casos, no solo se busca justicia contra el abusador, sino también responsabilizar a la institución por haber encubierto o ignorado las señales de lo que pasaba. Estas demandas han llevado a que muchas diócesis en Estados Unidos paguen millones de dólares a las víctimas.
Cuando un migrante, con o sin documentos, sufre un abuso sexual, la ley ofrece herramientas para protegerlos más allá del proceso penal: una de ellas es la visa U. Ccreada para brindar un estatus migratorio protegido y permiso de trabajo a quienes han sido víctimas de ciertos crímenes y colaboran con la justicia. La visa U es un estatus migratorio especial para personas que:
Fue creada por el Congreso en el año 2000, con el fin de proteger a quienes ayudan a resolver crímenes sin temor a ser deportados y, al mismo tiempo, fortalecer la capacidad de las autoridades para investigar. Protege a las víctimas, brindando vías para vivir y trabajar en el país legalmente.
Para poder pedir la Visa U es necesario contar con los siguientes requisitos:
Si tú o un ser querido son migrantes y han sufrido abuso, tienen derecho a ser protegidos. Aplicar a la Visa U:
Antes de aplicar a la Visa U hay que considerar que:
Lo más importante es contactarte con un abogado de inmigración especializado, quien te guiará paso a paso, te ayudará a obtener la certificación necesaria, llenar los formularios, I-918 y otros, reunir pruebas y apoyarte durante todo el proceso legal.
El tema del abuso en Birmingham es doloroso, pero hablar de él es necesario para concientizar a las víctimas y a la sociedad en general de los recursos a su disposición y que se puede hacer para compensar a las víctimas y hacer justicia.
Si tú o alguien que conoces ha sido víctima de abuso sexual en la iglesia o en cualquier otra institución, recuerda que tienes derechos y puedes exigir justicia. No estás solo. En Abogados Centro Legal encontrarás un equipo de confianza que puede orientarte en tu idioma y acompañarte en cada paso.
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